Débito directo

Un débito directo autoriza a alguien a cobrar los pagos de su cuenta cuando se venzan. La autorización se obtiene rellenando un formulario de Mandato de Débito Directo, que puede ser un formulario en papel o una página web que se rellena en línea. Una vez autorizada, la organización puede aceptar automáticamente sus pagos (siempre que cumplan con las normas del plan).

El débito directo se puede utilizar para casi todo

El débito directo se puede utilizar para la mayoría de los pagos, pero es el que se utiliza con más frecuencia para pagar:

Facturas regulares de importes variables – Con Débito Directo usted sabe que todas sus facturas importantes serán pagadas a tiempo cada mes. En 2011 se efectuaron 2.400 millones de pagos mediante débito directo de facturas de servicios públicos e impuestos municipales.
Suscripciones fijas o de miembro – El débito directo es la forma más segura y fácil de hacer pagos recurrentes como las suscripciones a revistas o a gimnasios.
Pagar a crédito – Algunas organizaciones ofrecen la opción de domiciliación bancaria como una opción para repartir los costes o pagar a cuenta.