Uno de los errores más comunes a la hora de crear un Marketplace es querer escalar verticalmente demasiado rápido. Es algo muy tentador querer llegar al máximo número de personas posible, ya que cuanto más grande sea la base de clientes potenciales, más se va a crecer.

Sin embargo, la rapidez con la que se crece (geográficamente hablando) es una mala métrica para saber si una start-up está funcionando o no. Podrías lanzarte desde un principio a todo el mundo y todavía ser pequeño, aunque la inversión sí que sería importante.

Para dar tiempo a aprender tanto a los usuarios de tu plataforma como a ti mismo, es necesario empezar un Marketplace a pequeña escala. Te permitirá corregir los errores a tiempo (que siempre aparecen tarde o temprano) y a tus usuarios les proporcionarás una buena experiencia con las siguientes ventajas.

Satisfacer las expectativas del usuario

Como dijo una vez Paul Graham al fundador de Airbnb, es mejor que 100 personas te amen a que le gustes a un millón. Y para conseguir que alguien quede prendado de un Marketplace es imprescindible ser próximo.

Por un lado, el lenguaje usado debe ser agradable. Muchos optan por algo casi coloquial pero sin perder la capacidad de mostrarse fiables.

Por otro lado, se puede (y se debería) empezar un Marketplace siguiendo una estrategia local. Por ejemplo, la británica Cycle.land empezó con un mensaje que decía “alquila una bicicleta en Oxford”. Si te encuentras allí sabes que te están hablando a ti y que vas a encontrar una bici seguro. Si el negocio funciona, ya se expandirá y se podrá hablar de alquilar una bicicleta en el Reino Unido, perdiendo proximidad pero ganando terreno.

Adaptarse a la población local

No todos los habitantes del mundo hablan, piensan y quieren lo mismo. Por eso adaptar el “cómo” dices las cosas a cada comunidad será una práctica que te acercará al éxito. Y no solo hablamos del idioma, sino de usar las mismas expresiones.

También a la hora de ofrecer tus servicios debes tener en cuenta esta variedad. Por ejemplo, no está acostumbrado a pagar de la misma forma un estadounidense que un español. En este sentido, es una buena solución ofrecer varios métodos de pago para que el usuario elija el que más confianza le dé. En los países anglosajones (y cada vez más en España), el escrow es uno de los más usados por su total fiabilidad. Con él, el pago del comprador no se ingresa directamente al vendedor por adelantado, sino que se guarda en una cuenta depósito hasta que el servicio que ha contratado finaliza o el producto que ha comprado llega a sus manos.

Si tienes un Marketplace y te interesa esta opción de pago, contacta con nosotros sin compromiso. Te lo explicaremos todo paso a paso.

Crear una comunidad

Como explicamos en este post sobre cómo convertir un Marketplace en una comunidad, si los usuarios se sienten parte de algo, son mucho más proclives a interactuar. Traducido: tienen más tendencia a comprar y vender.

Y para una comunidad, la proximidad es un factor clave. Esa sensación de pensar que la otra persona es alguien como tú y que podrías cruzártela por la calle es la que crea confianza.
Para lograrlo, puedes promocionar las historias de los usuarios (como hace Blablacar), premiar a los mejores usuarios o crear eventos en la calle.

 

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